Nombrar un nuevo producto es una tarea que puede resultar emocionante y desafiante para las empresas. El nombre de un producto es su primera impresión y desempeña un papel fundamental en la formación de la percepción del consumidor, la construcción de la identidad de la marca y, en última instancia, la influencia en las decisiones de compra. Un nombre bien elegido puede ser un activo poderoso en tu arsenal de marketing.
Entonces, ¿cuál es la mejor manera de nombrar un nuevo producto?
En este artículo, exploramos el arte y la ciencia de nombrar productos y te proporcionaremos una guía completa para tomar esta importante decisión de manera sabia.
Tabla de Contenidos
Nombrar un Nuevo Producto, Respaldado por la Investigación
Al nombrar un nuevo producto, las empresas establecidas de bienes de consumo deben tener cuidado para no dañar la reputación de su marca. Elegir la estrategia de marca adecuada es crucial.
Un estudio reciente revela cinco factores clave para tomar decisiones exitosas sobre el nombre de un producto:
1️⃣ Ajuste con las ofertas existentes de la empresa.
2️⃣ Innovación del nuevo producto.
3️⃣ La amplitud del portafolio de la marca existente.
4️⃣ Riesgo de dilución de la marca.
5️⃣ Cantidad de fondos publicitarios disponibles.
El Arte de Nombrar un Nuevo Producto
1. Comprende tu Identidad de Marca
Antes de sumergirse en el proceso creativo de nombrar un producto, es esencial comprender a fondo la identidad de tu marca. El nombre de tu producto debe alinearse perfectamente con los valores, la misión y la posición de tu marca en el mercado. Considera si deseas que el nombre evoque la personalidad de tu marca o si prefieres un nombre más funcional y descriptivo.
2. Define tu Audiencia
Conocer a tu audiencia es fundamental para crear un nombre que resuene con los posibles clientes. Considera sus datos demográficos, psicográficos y antecedentes culturales. Un nombre que atraiga a los millennials podría no tener el mismo efecto en los baby boomers. Asegúrate de que el nombre que elijas conecte con tu base de clientes prevista.
3. Realiza una Tormenta de Ideas
Creativa Nombrar un producto es un proceso creativo que a menudo implica sesiones de lluvia de ideas. Reúne a tu equipo o contrata a profesionales con experiencia en branding y marketing para explorar una amplia gama de ideas. Comienza con asociaciones de palabras, mapas mentales o incluso inspiración de la literatura relevante, la cultura pop o referencias históricas. No te limites en esta etapa; permite que la creatividad fluya libremente.
4. Hazlo Memorizable y Pronunciable
Un nombre memorable es aquel que permanece en la mente de los consumidores mucho tiempo después de haberlo encontrado. La simplicidad a menudo engendra memorabilidad, así que opta por nombres que sean cortos, fáciles de escribir y pronunciar. Evita términos excesivamente complicados u oscuros que puedan confundir a los posibles clientes.
5. Destaca los Beneficios Clave
Un buen nombre de producto puede transmitir sutilmente los principales beneficios del producto. Piensa en cómo tu producto resuelve un problema o satisface una necesidad y trata de incorporarlo al nombre. Por ejemplo, el nombre «FitBit» no solo sugiere seguimiento de la salud, sino que también implica que se integra perfectamente en tu vida diaria.
6. Considera las Marcas Registradas y la Disponibilidad del Dominio
Es fundamental realizar una investigación exhaustiva de marcas registradas para asegurarte de que el nombre que elijas no esté en uso por otra empresa. También debes verificar la disponibilidad de nombres de dominio para la presencia en línea de tu producto. Un nombre único y distintivo facilitará el establecimiento de una sólida presencia en línea.
7. Prueba tu Nombre
Antes de finalizar el nombre de tu producto, realiza pruebas con consumidores para medir su eficacia. Crea grupos de enfoque o encuestas para recopilar comentarios sobre cómo se percibe el nombre. Esto puede ayudarte a identificar posibles problemas o connotaciones negativas que podrías haber pasado por alto.
8. Estate Abierto a Comentarios
No tengas miedo de iterar y perfeccionar el nombre de tu producto en función de los comentarios. Es esencial mantenerse flexible y estar abierto a sugerencias, especialmente si el nombre inicial no conecta tan bien como esperabas.
9. Consideraciones Legales y Culturales
Asegúrate de que el nombre que elijas no tenga connotaciones negativas en otros idiomas o culturas. Lo que puede sonar inocente en un idioma podría resultar ofensivo en otro. Además, ten en cuenta cualquier restricción legal y leyes de marcas registradas que puedan afectar al nombre de tu producto.
10 Construye una Historia
Por último, considera crear una historia de marca cautivadora en torno al nombre de tu producto. Esto puede añadir profundidad y significado a tu marca y crear una conexión emocional más sólida con los consumidores.
Ejemplo de Nombre: «EcoWave»
Escenario: Estás lanzando una nueva línea de botellas de agua reutilizables y respetuosas con el medio ambiente dirigidas a millennials conscientes del medio ambiente.
En este ejemplo, «EcoWave» es un nombre de producto que encapsula la identidad de la marca, atrae a la audiencia objetivo y cuenta una historia de amigabilidad con el medio ambiente y la vida moderna, al tiempo que cumple con consideraciones prácticas como la memorabilidad y la disponibilidad legal.
- «Eco» refleja el compromiso de la marca con la sostenibilidad.
- «Wave» sugiere un estilo de vida moderno, dinámico y un movimiento hacia un futuro más verde.
- Es corto, memorable y fácil de pronunciar.
- El nombre destaca indirectamente el beneficio clave de reducir los desechos de plástico, que se alinea con los valores de la audiencia objetivo.
- Se ha verificado la disponibilidad de marcas registradas y hay un nombre de dominio disponible.
Conclusión
Nombrar un nuevo producto es un paso significativo en el proceso de branding y marketing. Un nombre bien pensado puede ser un activo poderoso que diferencia tu producto en un mercado abarrotado.
Comprendiendo la identidad de su marca, conociendo a tu público, aportando ideas creativas, manteniéndolo memorable y pronunciable, y teniendo en cuenta factores legales y culturales, puedes encontrar el nombre perfecto que resuene entre tus clientes y les ayude a alcanzar sus objetivos empresariales.