Cómo tomar riesgos en los negocios

Cómo tomar riesgos en los negocios

La vida es un viaje lleno de oportunidades, desafíos y encrucijadas.  A veces, el camino hacia el éxito y el crecimiento personal requiere que salgamos de nuestra zona de confort y asumamos riesgos. Si bien los riesgos pueden ser intimidantes, también son catalizadores del progreso y la innovación.

Además, si eres emprendedor, necesitas una combinación de varias habilidades, recursos y circunstancias. Si bien el trabajo arduo, el acceso al capital y un golpe de suerte contribuyen al éxito empresarial, se destaca un elemento crucial: la asunción de riesgos.

En este artículo, compartimos el arte de asumir riesgos, los beneficios que ofrece y te brindamos estrategias prácticas y un proceso paso a paso para aceptar la incertidumbre y desbloquear todo tu potencial.

Tabla de Contenidos

¿Qué es el riesgo?

Los riesgos son incertidumbres o peligros potenciales que pueden tener consecuencias adversas o resultados negativos. En diversos contextos, como los negocios, las finanzas o la vida cotidiana, los riesgos son eventos o situaciones que pueden resultar en pérdidas, daños o fallas potenciales.

Los riesgos implican la posibilidad de un resultado que se desvíe del resultado esperado o deseado. Pueden surgir de factores internos o externos y pueden variar en su probabilidad y gravedad. La gestión eficaz del riesgo implica identificar, evaluar y mitigar los riesgos para minimizar su impacto y optimizar la toma de decisiones.

Asunción de riesgos: la ciencia detrás de esto

Sobre la percepción del riesgo

Las investigaciones han demostrado que la percepción de los riesgos por parte de las personas es subjetiva y está influenciada por varios factores.

Un factor importante es el nivel percibido de control. Las personas tienden a percibir los riesgos como menores cuando sienten una mayor sensación de control sobre la situación.

Además, las personas a menudo confían en la heurística (atajos mentales) y las respuestas emocionales para evaluar los riesgos, en lugar de confiar únicamente en datos estadísticos o evaluaciones objetivas.

Sobre el riesgo y el cerebro

Los estudios de neurociencia han identificado regiones cerebrales involucradas en el procesamiento de riesgos.

La amígdala, por ejemplo, juega un papel en la evaluación emocional de los riesgos, particularmente en el contexto del miedo y la ansiedad.  La corteza prefrontal, responsable de las funciones ejecutivas, participa en la toma de decisiones y en la ponderación de riesgos y recompensas potenciales. Comprender la base neuronal de la percepción del riesgo puede arrojar luz sobre cómo los humanos procesan y responden a los riesgos.

Sobre la teoría de la perspectiva

La teoría de la perspectiva, propuesta por Daniel Kahneman y Amos Tversky, explica cómo los individuos toman decisiones bajo riesgo.

Sugiere que  las personas son más sensibles a las pérdidas potenciales que a las ganancias. La teoría también destaca el concepto de  disminución de la sensibilidad, lo que sugiere que las personas son menos sensibles a los cambios en el riesgo a medida que se alejan de su punto de referencia (por ejemplo, la situación actual o el statu quo).

Sobre la homeostasis del riesgo

La teoría de la homeostasis del riesgo sugiere que  las personas tienen un «termostato de riesgo» personal y ajustarán su comportamiento para mantener un cierto nivel de riesgo percibido.

Por ejemplo, si se implementan medidas de seguridad, las personas pueden compensar adoptando un comportamiento más arriesgado para mantener el nivel deseado de riesgo percibido.

Esta teoría tiene implicaciones para comprender cómo las intervenciones o las medidas de seguridad pueden influir en el comportamiento de riesgo.

Sobre el encuadre y la comunicación de riesgos

La investigación ha demostrado que la forma en que se enmarcan y comunican los riesgos puede afectar significativamente la percepción y la toma de decisiones de las personas.

El efecto de encuadre demuestra que  las elecciones de las personas pueden verse influenciadas por la forma en que se presentan las opciones, enfatizando las ganancias potenciales o las pérdidas potenciales.  La comunicación de riesgos eficaz debe tener en cuenta los efectos de encuadre, utilizar un lenguaje claro y conciso, proporcionar un contexto pertinente y tener en cuenta los sesgos cognitivos y la heurística de las personas.

Sobre el Riesgo y las Emociones

Las emociones juegan un papel crucial en la percepción del riesgo y la toma de decisiones.

Los estudios han encontrado que  las emociones positivas pueden conducir a un comportamiento de búsqueda de riesgo, mientras que las emociones negativas pueden conducir a la aversión al riesgo.  Además, la anticipación del arrepentimiento puede influir fuertemente en las decisiones relacionadas con el riesgo. Comprender la interacción entre las emociones y el riesgo puede informar estrategias para gestionar y mitigar los riesgos de manera efectiva.

Beneficios de tomar riesgos

Tomar riesgos puede generar varios beneficios que contribuyen al crecimiento personal, el aprendizaje y el éxito general. Aquí hay algunos beneficios clave de tomar riesgos:

1) Crecimiento y desarrollo personal

Tomar riesgos te empuja fuera de tu zona de confort y fomenta el crecimiento personal. Te ayuda a descubrir nuevas habilidades, desarrollar nuevas habilidades y ampliar tus conocimientos. Al desafiarte a ti mismo y enfrentar la incertidumbre, ganas resiliencia, confianza en ti mismo y una comprensión más profunda de tus capacidades.

2) Mayores Oportunidades

Cuando aceptas los riesgos, se abre a una gama más amplia de oportunidades. Los riesgos a menudo conducen a nuevas experiencias, conexiones y posibilidades que pueden no haber sido accesibles si hubiera ido a lo seguro. Adentrarse en lo desconocido puede conducir a avances, adelantos y caminos imprevistos hacia el éxito.

3) Innovación y creatividad

Tomar riesgos a menudo se asocia con la innovación y la creatividad. Al explorar un territorio desconocido, tienes la oportunidad de pensar fuera de la caja (out of the box) y desafiar el status quo. La toma de riesgos te alienta a generar nuevas ideas, experimentar con diferentes enfoques y encontrar soluciones innovadoras a los problemas.

4) Superar el miedo y construir resiliencia

Tomar riesgos implica enfrentar el miedo y aceptar la incertidumbre. Cada riesgo que tomas brinda una oportunidad para superar el miedo y desarrollar resiliencia. A medida que superas los desafíos y los contratiempos, desarrollas fuerza emocional, adaptabilidad y la capacidad de recuperarse de los fracasos. Con el tiempo, te vuelves más equipado para manejar futuros obstáculos.

5) Zona de confort ampliada

Cada vez que te arriesgas, tu zona de confort se expande. Lo que antes era desalentador se vuelve más familiar y manejable. Al empujar constantemente los límites de su zona de confort, amplía sus horizontes y se vuelve más adaptable al cambio. Esta mayor comodidad con la incertidumbre le permite navegar los riesgos futuros con mayor facilidad.

6) Aprender del fracaso

El fracaso es una parte inevitable de la toma de riesgos, pero también ofrece valiosas oportunidades de aprendizaje. Cuando los riesgos no producen el resultado deseado, puedes analizar las razones detrás del fracaso, identificar áreas de mejora y aprender de sus errores. Este proceso de aprendizaje continuo impulsa el crecimiento personal y profesional.

7) Mayor confianza en sí mismo

Navegar con éxito por los riesgos mejora la confianza en uno mismo. Cada vez que tomas un riesgo y logras resultados positivos o aprendes de los fracasos, generas confianza en tus habilidades. Esta nueva seguridad en ti mismo te permite enfrentar desafíos más grandes, asumir roles de liderazgo y perseguir metas ambiciosas.

8) Desarrollar una mentalidad resiliente

Tomar riesgos fomenta una mentalidad resiliente. Al aceptar la incertidumbre y enfrentar los desafíos de frente, desarrollas una mentalidad que ve los reveses como obstáculos temporales en lugar de fracasos permanentes. Esta resiliencia te permite perseverar a través de las dificultades y mantener una actitud positiva, incluso frente a la adversidad.

9) Habilidades mejoradas para la toma de decisiones

La toma de riesgos fortalece tus habilidades para tomar decisiones. A medida que evalúas y analizas los riesgos potenciales, sopesas tus posibles resultados y tomas decisiones calculadas, desarrollas un enfoque más estratégico y reflexivo para la toma de decisiones. Con el tiempo, esta habilidad se perfecciona, permitiéndote tomar decisiones informadas en varios aspectos de la vida.

10) Aprovechar las oportunidades de liderazgo

El liderazgo a menudo implica tomar riesgos calculados. Al demostrar la voluntad de adentrarte en lo desconocido y tomar decisiones audaces, te posicionas como alguien capaz de liderar e impulsar el cambio. Tomar riesgos puede generar oportunidades de liderazgo, ya que las organizaciones valoran a las personas que pueden navegar la incertidumbre y tomar decisiones informadas.

Cómo tomar riesgos: Estrategias

1. Aceptar el riesgo: un catalizador para el crecimiento

Tomar riesgos es una parte inherente del viaje empresarial. Ya sea que se trate de lanzar un nuevo producto, ingresar a un mercado competitivo o invertir en la expansión comercial, la toma de riesgos sirve como catalizador para el crecimiento y la innovación. 

Los empresarios que entienden el valor de los riesgos calculados reconocen que salir de su zona de confort genera experiencias y oportunidades invaluables.

2. Desarrollar la confianza en uno mismo

La confianza es un atributo fundamental para los emprendedores. Abrazar los riesgos y empujar los límites ayuda a desarrollar la confianza en uno mismo. Al asumir desafíos, los emprendedores se prueban a sí mismos que tienen la capacidad de manejar la incertidumbre y superar los obstáculos. 

Cada riesgo tomado con éxito refuerza su creencia en sus habilidades y capacidades, alimentando su confianza en sí mismos para proyectos futuros.

3. Desarrollar el Pensamiento Estratégico

La asunción de riesgos en el espíritu empresarial requiere un pensamiento estratégico. Los empresarios deben evaluar los riesgos potenciales, evaluar su impacto y diseñar planes para mitigarlos. 

El pensamiento estratégico implica analizar la dinámica del mercado, comprender las necesidades del cliente e identificar oportunidades dentro de los riesgos. Al perfeccionar sus habilidades de pensamiento estratégico, los empresarios pueden tomar decisiones informadas, aprovechar las oportunidades y navegar las incertidumbres de manera más efectiva.

4. Riesgos calculados: Equilibrio de posibles recompensas y consecuencias

Los empresarios exitosos entienden la importancia de los riesgos calculados. 

En lugar de apuestas imprudentes, evalúan los riesgos meticulosamente, sopesando las posibles recompensas frente a las posibles consecuencias. Este enfoque analítico les permite tomar decisiones bien informadas y asumir riesgos con relaciones riesgo-recompensa favorables. La asunción de riesgos calculados implica realizar una investigación exhaustiva, recopilar información y considerar planes de contingencia para gestionar posibles contratiempos.

5. Aprender de las experiencias de toma de riesgos

Cada experiencia de toma de riesgos presenta una oportunidad para aprender y crecer. Ya sea que un esfuerzo tenga éxito o fracase, los emprendedores pueden extraer lecciones valiosas que sirvan de base para la toma de decisiones en el futuro. 

Al reflexionar sobre sus experiencias, los empresarios pueden identificar áreas de mejora, refinar sus estrategias y adaptar sus enfoques en función de los conocimientos adquiridos. Este proceso de aprendizaje continuo refuerza su capacidad para tomar decisiones mejor informadas y asumir riesgos calculados en el futuro.

6. Navegar por la incertidumbre y aprovechar las oportunidades

El espíritu empresarial prospera al aprovechar las oportunidades en un panorama en constante cambio. Los empresarios exitosos adoptan la toma de riesgos como un medio para navegar la incertidumbre e identificar caminos inexplorados. 

Al aceptar los riesgos estratégicamente, los empresarios se posicionan para capitalizar las tendencias emergentes, interrumpir las industrias y crear soluciones innovadoras. Su capacidad para detectar oportunidades en medio de los riesgos los distingue e impulsa su éxito empresarial.

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7. Desarrollar una mentalidad resiliente

La toma de riesgos no está exenta de contratiempos y fracasos. Sin embargo, los emprendedores resilientes ven estos contratiempos como experiencias de aprendizaje en lugar de obstáculos. 

Mantienen una mentalidad de crecimiento, adaptándose y recuperándose de los desafíos. Desarrollar resiliencia a través de la asunción de riesgos ayuda a los empresarios a perseverar frente a la adversidad, manteniendo su motivación y enfoque en el éxito a largo plazo.

Un proceso paso a paso sobre cómo tomar riesgos

PASO 1: Aclara tus objetivos y define el riesgo

Comienza aclarando tus objetivos y determinando lo que quieres lograr. Define claramente el riesgo que estás considerando y comprende su impacto potencial en tus objetivos.

PASO 2: Evalúa los resultados potenciales para tomar riesgos

Evalúa los resultados potenciales del riesgo que estás considerando. Considera las consecuencias tanto positivas como negativas que pueden derivarse de asumir el riesgo. Analiza los posibles beneficios e inconvenientes, y evalúa si las posibles recompensas superan los posibles riesgos.

PASO 3: Recopila información y realiza investigaciones

Antes de arriesgarte, recopila la mayor cantidad de información posible sobre la situación. Realiza una investigación exhaustiva, busca el consejo de expertos y aprende de otras personas que se han enfrentado a riesgos similares. Cuanto más conocimiento tengas, mejor preparado estarás para tomar una decisión informada.

PASO 4: Analiza y mitiga los riesgos

Identifica los riesgos y desafíos potenciales asociados con el riesgo que estás considerando. Analiza cada riesgo y haz una lluvia de ideas sobre estrategias para mitigar o minimizar su impacto. Desarrolla planes de contingencia y considera cursos de acción alternativos para abordar posibles contratiempos.

PASO 5: Considere tu tolerancia al riesgo

Evalúa tu nivel de tolerancia al riesgo. Comprende tu nivel de comodidad con la incertidumbre y el potencial de fracaso. Si bien es importante salir de tu zona de confort, también es esencial tener en cuenta tus límites y limitaciones personales.

PASO 6: Toma pasos incrementales

Si el riesgo parece abrumador, considera dividirlo en pasos más pequeños y manejables. Toma acciones incrementales que aumenten gradualmente el nivel de desafío. Este enfoque te permite generar confianza, aprender en el camino y ajustar tu estrategia según sea necesario.

PASO 7: Toma una decisión

Con base en la información y el análisis que has recopilado, toma una decisión sobre si continuar con el riesgo o no. Confía en tu intuición, pero también confía en la evaluación lógica que has realizado. Recuerda que tomar riesgos implica un nivel de incertidumbre y no hay garantías de éxito.

PASO 8: Desarrolla un plan y actúa

Si decides correr el riesgo, desarrolla un plan de acción. Desglosa los pasos que debes seguir y establece un cronograma. Establece objetivos e hitos específicos para realizar un seguimiento de tu progreso. Sé proactivo y actúa, manteniéndote comprometido con tu plan.

PASO 9: Adopta el proceso de aprendizaje para tomar riesgos

Independientemente del resultado, acepta el proceso de aprendizaje. Estate abierto a nuevas experiencias, ideas y lecciones aprendidas en el camino. Cada riesgo que tomas contribuye a tu crecimiento y desarrollo, independientemente del resultado final.

PASO 10: Reflexiona, adapta y repite

Después de arriesgarte, reflexione sobre la experiencia. Evalúa lo que funcionó bien y lo que podría mejorarse. Adapta tus estrategias en función de las lecciones aprendidas y prepárate para asumir nuevos riesgos a medida que continúas tu viaje de crecimiento personal y profesional.

Conclusión

Los empresarios exitosos reconocen el papel fundamental de la asunción de riesgos en la construcción de negocios y la realización de nuevas ideas.

El trabajo arduo, el acceso al capital y la suerte contribuyen al éxito empresarial, pero es la asunción de riesgos lo que impulsa a los empresarios hacia adelante. Al desarrollar la confianza en sí mismos y el pensamiento estratégico, los empresarios pueden sortear las incertidumbres, aprovechar las oportunidades y tomar decisiones informadas que conduzcan a un crecimiento e innovación sostenibles.

Acepta el riesgo, calcula las probabilidades y aprovecha los riesgos como peldaños hacia el éxito empresarial.